CHANKILLO: TIEMPO Y ESPACIO
La costa nor central en el pasado
Hace 2400 años, en la costa y sierra centro-norte del antiguo Perú, se vivió una época de conflictos. Testigo de ellos son los conjuntos arquitectónicos construidos sobre las cimas de los cerros – lugares estratégicos para observar los movimientos del enemigo y defenderse de ser necesario. Chankillo es la más impresionante de las fortificaciones de esa época.
¿Cuál fue la función de Chankillo?
Gracias a la constante y atenta observación de su entorno, los habitantes de Chankillo se percataron de las estaciones. Escogieron un lugar determinado para ver el amanecer y el atardecer cada día, a la misma hora; así se dieron cuenta que a medida que pasaban los días el sol “Se movía” en el horizonte. Observaron que ese movimiento era cíclico y que después de un tiempo el sol “Regresaba” al mismo lugar para comenzar nuevamente su viaje. Allí construyeron las Trece Torres.
Las Trece Torres funcionaron como marcadores de horizonte que, vistos desde un punto fijo y en horas determinadas, servían como un marco para la salida y la puesta de sol. En fechas especiales (inicio de verano-22 de diciembre o inicio de invierno-21 de junio) se realizaban fiestas impresionantes en Chankillo.
Los gobernantes ofrecían magníficos banquetes, que eran animados por músicos y bailarines. La reunión terminaba por la tarde, el pututu anunciaba el momento que todos estaban esperando: entonces se quedaban en silencio para presenciar cómo el sol se escondía entre las torres, en el lugar y el instante que el gran sacerdote había previsto. En ese momento, él agradecía al sol por la luz, el calor y la vida, y le pedía que siga iluminando la tierra.